La limpieza de tuberías de forma habitual evita la proliferación de insectos, sirve para acabar con gérmenes nocivos para la salud, y muy importante, previene la obstrucción.

De esto depende el buen funcionamiento de la canalización de aguas sucias.

Con sencillas costumbres se puede ahorrar disgustos, molestias y hasta puede que mucho dinero.

Por ello, es recomendable utilizar protecciones en todas las entradas de las tuberías tanto en el fregadero de la cocina, centro pisos, sanitarios del baño, bidé, ducha y lavamanos. Las protecciones permiten el paso del agua, pero no de residuos sólidos que pueden acabar generando un buen atasco.

Costumbres que pueden ayudar a mejorar la limpieza de tuberías

• Antes de fregar sartenes y ollas con restos de grasa, aceite, y otros residuos sólidos, se debe retirar toda la sustancia sobrante que podamos, bien sea vertiendo por el inodoro (cuya entrada está más preparada para recibir residuos) o en un frasco con tapa que luego se debe tirar a la basura.
• También, se puede retirar todos los restos de comida con papel y tirar en la basura.
• Por último, se friega con agua caliente. Para no tener que limpiar tuberíascon tanta frecuencia.

Mantenimiento y limpieza de tuberías

Para limpiar se puede realizar con amoniaco o con lejía que también se conoce como hipoclorito

Con Amoniaco: Se vierte una adecuada cantidad dejando actuar toda la noche. Por la mañana, calentar agua en una olla y echar poco a poco por la boca del fregadero.

Se trata de una solución muy económica que realizado de dos o cuatro veces al mes mantendrá en buen estado la limpieza de tuberías.

El amoníaco es tóxico, por lo tanto, deberás procurar mantener la respiración mientras lo viertes, o usar una mascarilla.

Cuando se use amoníaco, no debe mezclarse con ningún otro producto químico, porque puede ser peligroso.

Con lejía: Es el mismo proceso que con el amónico, esta también puede ser usada en la limpieza de tuberías del baño, siguiendo el mismo proceso.

Es importante resaltar la precaución a la hora de respirar el vapor de la lejía, y las salpicaduras al verterla, pues producen quemaduras.

Es conveniente que, al limpiar las tuberías, se termine con una buena cantidad de agua hirviendo.

¿Qué hacer para destapar una tubería atascada?

Una solución interesante que se puede realizar para destapar el fregadero, antes de usar algún producto, es desenroscar las piezas que conforman la tubería hasta la pared, vaciando el agua en un tobo situado debajo del mismo.

La manga de la ducha se introduce con agua hirviendo a presión en el interior de cada parte de las tuberías, se conseguirá que salga toda la suciedad acumulada.

Posteriormente se vuelve a ensamblar, y se debe probar para saber si el problema estaba solo en la parte externa bajo el fregadero.

Si el atasco ha desaparecido, recuerde que con el mantenimiento con lejía y amoniaco se puede evitar estos inconvenientes.

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Lic. Yosmary Quevedo | Mercadeo y Ventas